domingo, 28 de septiembre de 2008

Cuanto le van a echar de menos don Pablo

Y es que he perdido la cuenta de las cartas de despedida de los blogs, periódicos, revistas, prensa electrónica etc., que he leído desde ayer.

Como algunas vecinas mías de blog lo estimaban tanto yo me inclino por recordarlo en una muy buena película en la que el joven actor que era entonces apuntaba ya maneras.

Sin ser un actor me cautivara reconozco sus dotes y su belleza, que la tenía a raudales, eso es obvio.

No traduzco porque creo que la escena habla por sí sola. Para Freia, para Tormento, y etc.


sábado, 27 de septiembre de 2008

Recordemos el día de San Crispín

Fritus me ha dado la ocasión de poder acelerar un post que tenía pensado. Estaba esperando un momento para ponerme a traducir el discurso del Enrique V antes de la batalla de Agincourt, y he descubierto, gracias a Fritus, que existe un vídeo con subtitulos. Estupendo.

Pero mi intención es mostrar la magia de la interpretación, la diferencia de las creaciones de los actores. Laurence Olivier fue el primero en llevar al cine colorido el Enrique V de Shakespeare, en una producción sencilla en medios pero con algunos elementos muy interesantes. Olivier era un actor soberbio, que aportó muchísimo al teatro inglés, y Kenneth Branagh, años después, fue considerado como su sucesor... y yo, francamente, no sé por qué, a no ser que fuera por llevar al cine a Shakespeare de nuevo.

Así que, sin dilatarme en comentarios, les ofrezco las dos versiones del Saint Crispin's speech, y ustedes opinen...









What's he that wishes so?
My cousin Westmoreland? No, my fair cousin
:If we are mark'd to die, we are enow
To do our country loss; and if to live,
The fewer men, the greater share of honour.
God's will! I pray thee, wish not one man more.
Rather proclaim it, Westmoreland, through my host,
That he which hath no stomach to this fight,
Let him depart; his passport shall be made
And crowns for convoy put into his purse:
We would not die in that man's company
That fears his fellowship to die with us.
This day is called the feast of Crispian:
He that outlives this day, and comes safe home,
Will stand a tip-toe when the day is named,
And rouse him at the name of Crispian.
He that shall live this day, and see old age,
Will yearly on the vigil feast his neighbours,
And say 'To-morrow is Saint Crispian:
'Then will he strip his sleeve and show his scars.
And say 'These wounds I had on Crispin's day.
'Old men forget: yet all shall be forgot,
But he'll remember with advantages
What feats he did that day: then shall our names.
Familiar in his mouth as household wordsHarry the king, Bedford and Exeter,Warwick and Talbot, Salisbury and Gloucester,
Be in their flowing cups freshly remember'd.
This story shall the good man teach his son;
And Crispin Crispian shall ne'er go by,
From this day to the ending of the world,
But we in it shall be remember'd;
We few, we happy few, we band of brothers;
For he to-day that sheds his blood with me
Shall be my brother; be he ne'er so vile,
This day shall gentle his condition:A
nd gentlemen in England now a-bed
Shall think themselves accursed they were not here,
And hold their manhoods cheap whiles any speaks
That fought with us upon Saint Crispin's day.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Esforzados Blogs



Me llevo una nueva sorpresa bloguera, le han concedido a este blog el premio al esfuerzo personal. Le garadezco infinítamente a nuestra Freia de Variaciones Goldberg , su generosidad, a ella de mi parte su segunda nominación a ese premio que merece mucho más que yo.
No, no creo merecerlo, y no es falsa modestia. Muchos otros blogs, que yo conocí a través de la condesa, son mucho más disciplinados que el mío, son diarios, atentos a las novedades y a los cambios, persistentes.
Mi jardín ha andado algo descuidado hace meses, me ha faltado tenacidad y disciplina, cómo no agradecer que, encima, le den un premio al esfuerzo....
Bueno, yo voy a conceder este premio, porque parece requerimiento a otros blogs, pero perdonen si no cumplo las reglas de los cinco reglamentarios.
Se lo concedo primeramente a una madre trabajadora que, además de atender a una pequeña tribu de escolares (preocupándose de ellos hasta más allá de su deber profesional), cría a dos niñas encantadoras y, además, se abre paso en el difícil mundo de la literatura:

Setenta veces siete


Sin duda el mejor blog dedicado a la gastronomía que conzco. Una referencia ineludible para los que quieran saber, además, algo más de las técnicas culinarias, y todo gratis et amore:


Recetas con historia e historia de la gastronomía


Y si he hablado de mamás trabajadoras, tengo también que mencionar a los papás trabajadores. Siempre al quite y con interesantísimas aportaciones:


Mundo Frito
Pues nada, que los premiados lo disfruten y, una vez más, mi agradecimiento a Freia.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Qué bonito sería, si hubiera sido verdad....

Hola a todos,

Dos meses después aquí estoy. Ha sido un abandono del blog imperdonable, porque abandonar el blog es también abandonar a sus visitantes, a sus comentaristas... qué puedo decir excepto que lo siento, pero el trabajo, tan ligado al medio internáutico me cansa muchas veces, me abruma, la pantalla acaba por agotarme, con dificultad ligo a ella el disfrute....

Pero bueno, hoy pongo un post, un vídeo que ví hace tiempo, después de años sin ver esa pelicula dedicada a San Francisco de Asís y dirigida por un Zefirelli que no es precisamente santo de mi devoción.

La película es... soportable, muy hippie, una visión del santo de Asís muy peliculiar, casi un musical. ¿Lo mejor?, la última escena, el encuentro de Franceso e Inocencio III, un Alec Guinnes transmutado más bien en Julio II, que Zefirelli quizá no sabía que Inocencio III fue un Papa muy joven e imberbe (además de belicoso) que despachó al santo con un consentimiento para que este diera carácter oficial a su orden de frailes pobres.

Estas escenas pues, tienen poco de histórico y mucho de utópico, pero están bien concebidas y Alec Guinness consigue emocionar, aunque reconozco que, esta vez, el doblaje de Felipe Peña supera un tanto los escasos minutos de trabajo del sir inglés.