Voy a contarles una historia que se va mostrando por capítulos, historia de intrigas típicas de la Italia del Renacimiento, diría yo que aquí faltan algunos prícipes y nobles, además de palacios esplendorosos con suelos multicolores de cosmatescos infinitos.... de hecho, creo que sería una historia algo más digna si hubiera frescos en los palacios y cosmati de mármol en las salas... sí, aquí falta la estética del histórico enfrentamiento entre poderes...
Resumiendo:
En Murcia se fundó hace unos años una Universidad Católica, producto de la asociación amistosa del por entonces obispo Azagra (ahora emérito) y un tal señor Mendoza (sólido valor de las Comunidades Neocatecumenales, recién llegado de su misión evangélica en Sudamérica (las malas lenguas dicen que huyó para no enfrentarse a ciertos cargos por asuntos oscuros relacionados con la expedición ilegal de títulos en una academia).
Esta Universidad sería parte de la Fundación San Antonio (cuyos miembros se reducen a la familia más allegada del señor Mendoza). La diócesis, por su parte, y como mandan las normativas al respecto de la fundación de universidades católicas, sería parte titular de la universidad, y cedería, no sabemos en qué condiciones, el olvidado y ruinoso monasterio de San Jerónimo, uno de los pocos monumentos de extraordinario valor histórico y artístico del municipio de Murcia.
La conocida como UCAM crecería a pasos agigantados creando nuevas titulaciiones, recibiendo terrenos cedidos por el ayuntamiento para su expansión, y llamando a su vera a sacerdotes (kikos y opusdeistas), profesores de la Universidad Pública, otros académicos y nombres científicos tan respetables como el del doctor Guillén, para unirse a su proyecto académico. A pesar de las milllonarias matriculas, la UCAM creció... pero creció en un paisaje extraño en el que brillaba con luz propia la imagen de su presidente y "alma mater" el señor Mendoza, del que, por el momento, se desconoce su nivel académico pero se conoce vivamente su carácter despótico.
Este paisaje de triunfos, en el que, entre diversas testas cardenalicias, llegó a hacer acto de presencia monseñor Ratzinger (antes de ser Benedicto XVI, en unas conferencias brillantes pero de las que no creemos que el nivel del alumnado y profesorado llegara a comprender) contrastaba con el maltrato que el señor Mendoza propinaba a muchos profesores y trabajadores y con el mediocre nivel académico (admitido siempre en el entorno diocesano entre murmullos). ¡Cuantos alumnos incapaces de terminar una carrera o o afrontarla en la Universidad Pública consiguieron su título en la UCAM!...
Hace unos meses saltó una noticia que dejó a más de uno boquiabierto. El obispo de la dióceiss, Monseñor Reig Plá, había apelado a Roma y a la justicia civil contra la pretensión de unos estatutos de la UCAM que reconocían como único titular de la misma al señor Mendoza. El obispo, que había sido paseado por la región de la mano del señor Mendoza cual pieza de caza, se enfrentaba ahora a quien se ufanaba de ser su padrino, el que había conseguido con sus hilvanadas amistades cardenalicias, (que llegaban hasta Nunciatura) traer a la que fuera diócesis del gran cardenal Belluga (si, ese que aparece con una espada en la murciana Glorieta de España) al rubicundo obispo alicantino.
Para que Roma supiera qué pasaba monseñor Rouco Varela encargó un informe a unos especialistas, el informe Rouco daba la razón a Mendoza. Se habló de crisis entre solideos, "¿por qué Rouco, Cañizares, el nuncio y otros apoyaban tan vivamente a Mendoza?, ¿porque la familia de Cañizares estaba empleada en la UCAM?, qué tontería, la sobrina de Rouco no esta empleada en la UCAM, y sin embargo este le da la razón a Mendoza...."
Ya no fueron lo mismo las cosas en los mentideros diocesanos. Monseñor Reig y Mendoza habían roto su relación, Mendoza ya ni saludaba al reverendísimo, y en las salas del obispado se oían calificativos como "déspota, animal, bestia" y frases como "hay que acabar de una vez con él"... parecía que los jamones que en Navidad aparecían en los despachos del obispado y en alguna que otra parroquia (llevados por los conserjes-esclavos de la UCAM) ya no sabían igual... a sus reverencias se les habían abierto los ojos, efectivamente Mendoza era un peligro...
Mendoza calló, Reig Plá calló, todos esperaron a la decisión de Roma.
Y de repente, antes de lo previsto, el señor Mendoza enseña una carta de monseñor Bertone (secretario de estado del Vaticano y camarlengo) una carta que venía a ser una palmadita en el hombro mendociano. Mendoza, felíz, hablaba en periódicos de su victoria. Pero la carta, no era una resolución jurídica, no tenía valor alguno y hasta sería complicado rebatirla ante la Signatura Apostólica...
Tremendo jarro de agua fría para el obispado, agua fría que no se comprende, que causa estupor "qué ocurre" se preguntan unos y otros "cómo es posible" "si la ley está de nuestra parte"..... el consejero de educación (un señor que antes de conservador fue comunista) dice que será lo que Roma diga, pero desde la prensa especialistas le advierten: vivimos en un estado de derecho con leyes para cumplir, será lo que diga la ley... y, curiosamente, la ley está de parte de monseñor, por una vez, un sacerdote católico tiene algo más que agradecer al Estado que a Roma....
De momento silencio. Dicen que monseñor Reig Plá ha apelado a Roma, pero la carta de Bertone es el perfecto diseño de un apoyo a prueba de demandas jurídicas de ningún tipo. Carta, sea dicho de paso, que llegó a manos de monseñor desde los servicios jurídicos de la Comunidad Autónoma, para que no estuviera desprotegido documentalmente....
La diócesis palidece. El señor Mendoza apenas tiene simpatías, más allá de los políticos aficionados al pelotazo urbanístico y social y algunos fans del prócer con ínfulas cardenalicias. Sólo dos curas del consejo presbiteral se opusieron a su obispo, curiosamente dos curas contratados por la UCAM, dos curas neocatecumenales.
El último pase de Reig ha sido anunciar que retira todos los avales concedidos a la UCAM, "qué avales ", se preguntan, "los que firmó monseñor Cañizares mientras fue delegado apostólico de la diócesis, antes de la llegada de Ureña", pero esos avales no están firmados ante notario, no tienen validez... es igual, mejor retirarlos, por si acaso...
¿Concedió avales económicos la Iglesia de Murcia a la UCAM?, no se sabe públicamente, ¿En qué términos se produjo la cesión del monasterios de los Jerónimos? no se sabe públicamente ¿de dónde saco el señor Mendoza 4000 millones de pesetas para levantar la universidad si su estancia en Sudamérica había sido la de un misionero seglar a lo san Francisco?, no se sabe....
¿Cómo terminará esto? Hagan sus apuestas
Monseñor Reig Plá tendrá que dimitir
A Monseñor Reig Plá lo harán dimitir
El señor Mendozaa será nombrado próximo obispo de la Diócesis
El señor Valcárcel será próximo obispo de la Diócesis
Dios hará justicia, un terremoto mañanero derribará todo el complejo de la UCAM y dejará inservibles los terrenos de la próxima UCAM cartagenera. (no habrá víctimas mortales)
Esperaremos pues, a los designios humanos... o a los divinos....
Más adelante ofreceremos una versión más excelsa de toda esta.... ¿crisis?...