viernes, 4 de enero de 2008

Ship of Fools. El barco de los locos

La película de la que en post anteriores he puesto 4 clips, verbigracia de Youtublandia, fue dirigida por Stanley Kramer en 1964. Para el elenco de artistas que debían dar vida a algunos de los personajes del guión preparado por Abby Mann a partir de la novela de Katherine Anne Porter, se convocó a actores y actrices ya consagrados y a otros en sus comienzos o evolución en el ámbito fílmico. Una obra coral como esta parece dar igual de oportunidades a los profesionales de la escena.

Vivien Leigh, Simone Signoret, Oskar Werner, Lee Marvin, Elizabeth Ashley, Heinz Rühman, etc, navegarían en esta nave. Para la Leigh sería su última aparición, para Marvin, su primer papel como protagonista, para Signoret y Werner dos nominaciones a los oscar, la segunda para la actriz francesa que ya había ganado un oscar un par de años antes.


Signoret, en sus fantásticas memorias, La nostalgia ya no es lo que era, dedica unos párrafos a su trabajo en la película. Para la actriz supuso una gran experiencia con sus colegas americanos y europeos, invitados por Kramer a cosas tan peregrinas como un partido de béisbol o espléndidas cenas. Vivien Leigh invitaba a su vez a sus compañeros a cenas de gala en las que se oía la música de Lo que el viento se llevó y ella se empeñaba en la siguieran llamando Lady Olivier... Cuando surgieron las nominaciones de Signoret y Werner los dos actores volvieron a Hollywood y alternaron con Spencer Tracy y Katherine Hepburn. Ninguno de los dos se llevó el oscar pero supuso una ratificación de sus carreras en la industria americana del cine que volvería a contar con ellos.

Me gusta esta película por muchas razones. Porque me encantan estos dos actores, que serian nominados a los oscar; porque me agrada la voz de la Signoret y sus ojos verdes aunque aquí no se puedan apreciar, y la voz grave de Werner y su cabellera rubia despeinada; porque me parece fantástico que una actriz francesa y un actor austriaco hagan espléndidas actuaciones en inglés; porque el guión de Abby Mann y la música de Ernest Gold me encantan; porque la historia es tierna, como ha dicho Hilda, hermosa y triste, como ha dicho Freia.

Porque el amor debería ser así, a pesar de todo y a pesar de todos.

2 comentarios:

Freia dijo...

El amor a pesar de todo y a pesar de todos... ¡Pues no dice Vd. nada Sr. Barón!

¿Sabes que yo siempre he estado muy enamoriscada de Werner? Desde que lo vi por primera vez en Fahrenheit 451. ¡Habría dado algo por ser la Christie o la Moreau! (Je,je Viena de nuevo).
¡Felices Reyes, Barón!

Cósimo dijo...

Permítame condesa que diga cosas rotundas y aparentemente exageradas...aparentemente...

Le aplaudo el gusto por herr Werner y le apunto que durante una temporada ha habido cierto enamoramiento por este actor en los medios internáuticos, parece que le salieron montones de nuevos y jóvenes admiradores y admiradoras, porque causa admiración a ambas bandas... Yo debo reconocer que en su momento lo incluí en mi pequeño panteón de dioses del escenario. Pero como ya sabemos que las virtudes artísticas no van sempre unidas a las humanas... parece ser que era un hombre de difícil trato.

Feliz Noche de Epifanía Freia, que sus majestades mágicas se acueden mucho y bien de usted.