sábado, 29 de diciembre de 2007

Desafinando


En uno de los bosques que visito, el de la señora Hilda de Tantamount, me encontré con una de las citas evangélicas más interesantes de todo el paisaje novotestamentario: “el que escandalice a uno de estos pequeños...”. Y es que hay por ahí mitrados que se empeñan en escandalizar de vez en cuando al personal, y esta vez le ha tocado al de Tenerife, y mira que es bonito Tenerife, incluso a pesar de su monseñor.

Las palabras del episcopus son de esas que hacen historia y que deben dejar a algún fiscal con ganas de citarlo para preguntarle algunas cosas. Y es que aunque Verba volant, al final, las dichas a un periodista con grabador manent, y vaya que si manent.

Esto me recuerda la confesión, hace siglos, de un joven sacerdote que me confío: “Monseñor X no tolera la homosexualidad en tanto se da en la vida civil, pero la que tiene dentro en su diócesis es más que tolerada. Todo esta bien siempre y cuando no trascienda

Me pregunta Hilda que si sé qué fumo un monseñor del terruño norteño que confundió equidistancia con ecuanimidad, y te respondo mi estimada señora que desde luego no fumó ninguno de mis cigarros, porque los míos dejan mejor cuerpo y no llegas a perder el sentido de lo que es justo o injusto, donde está la derecha y dónde la izquierda, qué es arriba y qué es abajo.


Con lo bonito que es cantar bien, afinando las notas, y, sin embargo, hay quienes se empeñan en cantar a toda costa, aunque sea desafinando

14 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Novotestamentario o neotestamentario?

M dijo...

Las declaraciones son cosa fina, de una espiritualidad suprema...y hoy, aguanta manifa de la familia.

Afortunadamente, mi familia no es la de ellos, soy monoparenteral, con poca conciencia respecto al sexto, y mucho respeto a los nueve restantes.

Cuande hablé del que fumó antes de su homilia, pensaba en el Obispo de San Sebastian, capaz de encomendar al mismo santo a asesinos y victimas.

Menos mal que Dios de estas mentes preclaras me libra.


B x C

* El matíz entre novotestamentario
y neo, es tan irrelevante que solo los "arguelles" logran captarlo.

Cósimo dijo...

Después de una sesión de traducciones varias y lecturas diversas los matices se me cruzan temerariamente, pero ya sé que las personas de buena conciencia son capaces de adivinarlo...

Si, desgraciadamente la Iglesia Jerárquica, a lo largo de los siglos, ha confundido muchas veces a Dios con el Diablo, una miopía que algunos se empeñan en prolongar en el tiempo.

A mi el sexto tampoco me da problemas de conciencia pero es que el noveno, como que tampoco...

Saludos.

M dijo...

Señor Barón,

Ante el noveno soy de escrupulosa conciencia: no deseo a la mujer del prójimo.

Con Dios,
Hilda

Freia dijo...

Quizá se trata de eso, Sr. Barón, de cantar a toda costa... y si la gente se escandaliza por el gallo y lo comenta, encima se consideran famosos. Las profundidades del ego son insondables.
Por lo demás y con relación al sexto y al noveno, yo es que ya ni peco.

M dijo...

Sr. Barón,

Recomiéndele a la Sra Condesa de Vilches sumarse a las hordas pecadoras.

Siempre pensé que de la obra de Madrazo era el suyo el retrato femenino más sublime, de mirada capciosa y provocadora.

Conste que no deseo a la Sra. Condesa sino el buen hacer de su retratista.

Cósimo dijo...

Sra. Hilda, es que el noveno se presta a confusiones, porque aunque los santos padres nos enseñaron a qué se refería exactamente, la redacción final deja un tanto abierto el mandamiento, "actos impuros" hay de muchas clases y la imaginación, ya lo decía Santa Teresa, es incontrolable...

Nuestra amiga la condesa, a pesar de su mirada y gesto, es una dama que ha superado ya ciertas realidades vitales y ahora, y quizá me excedo al juzgarla, se entretiene observando el pecado en toda su materia teórica, sin necesidad de entrar ya en la práctica... señora Hilda, es posible que la señora condesa haya superado algo que nosotros todavía no hemos podido superar... dichosa ella...

Freia dijo...

Ja,ja. A lo mejor lo que va teniendo la Sra. Condesa son muchos años y pocos admiradores... que pecar es cosa de dos.
¡Feliz 2008!

Dardo dijo...

Mi estimado Cósimo. El Obispo de Tenerife es piedra de escándalo en la ciudad secular. Pero en Romanos 9,33 se nos dice: "..yo voy a poner...una piedra de escándalo; pero cuantos creerán en él no quedarán confundidos".

La entrevista textual la puede ver en: http://www.laopinion.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2996_9_120211__Sociedad-homosexualidad-perjudica-personas-sociedad

Su discurso es en el fondo coherente con la propia pastoral de ayuda a las personas con orientación sexual hacia congéneres del mismo sexo.

Y todo lo demás; una furibunda reacción jacobina.

M dijo...

Dardo,

Le pongo voluntad, pero no me gusta.
Nada de nada.

Debiera comprender este prodigio de la retórica que el descenso de bodas religiosas responde al distanciamiento entre iglesia y sociedad. Y el resto, milongas: el proceso de nulidad eclesiástica es ridículo, y los medios probatorios no van más allá del “a ojo de buen cubero”.
(En mi caso, nunca he estado divorciada, directamente anulada con posterior efecto civil)

Hablar de homosexualidad con tanto tópico es, cuando menos espeso, falto de respeto y denigrante, escalofriante la equiparación entre homosexualidad y pedofilia.

El tema de los “menores provocadores” me parece una justificación asquerosa e indecente, pasando por alto que el consentimiento prestado por un menor de trece años para mantener relaciones sexuales carece de validez, o si media engaño entre 13 y 16…

Una leidita rápida de los artículos 180 a 190 del CP podría aportar luz, más humana que divina, y reforzar esta aportación con una simple estadística: considerando la cantidad de denuncias recibidas por la Iglesia sobre este tipo de asuntos carnales, podemos inferior un importante porcentaje de cesiones ante la provocación.

Mi hijo va a un colegio confesional, pero por que creo en valores que están ausentes en la entrevista integra de Monseñor.

A catequesis con él, no lo apuntaría.

B x C



Cosimo, Sr. Barón,

Le ruego disculpe la invasión de espacio en su blog.

Dardo me provoco, a mi, que tengo animo de menor, y sucumbí, prestando mi consentimiento.

M dijo...

Voy a copiar cienes y cienes de veces que "inferior" no es del verbo "inferir".

Cósimo dijo...

Hilda, puede usted invadir todo lo que quiera, sus aportes son siempre muy bien acogidos.

Dardo,

He leído el artículo que me ha apuntado para hacer honor a la verdad en mis comentarios, pero sigo pensando que monseñor desafinó, y de qué manera, la última frase de la entrevista es una cacofonía que para nada contribuye al buen entendimiento de toda la partitura.

No digo que el obispo sea un señor de oscuras intenciones, ni siquiera digo que él mismo sea un amoral, no tengo duda de que, entre la media de eficacia de los pastores peninsulares a la hora de conducir el rebaño, él aporte algo más de lo que aportan otros. Pero monseñor se equivocó, y sus colegas también se equivocan cuando llegan al punto de interpretar y definir ciertas situaciones. El lenguaje episcopal suele ser algo extraño a los oídos de buena parte de la sociedad, sociedad que no por ser laica es frívola o tendenciosa en su visión de la realidad humana, porque no todos los laicos persiguen la disolución de la democracia ni esperan deseosos el advenimiento del Anticristo.

No crea que no soy condescendiente con el señor obispo, incluso le perdono la salida de tono, tengo mucha paciencia con los errores ajenos. Pero lo que se me hace intolerable es la presunción, la arrogancia o la soberbia, y en quien primeramente no puedo tolerarlos es en mi persona. No hay que confundir orgullo con ninguna de las tres terribles “cualidades” que he señalado antes, de un político nunca esperamos una rectificación, sabemos que si se equivoca esperará a rectificar con alguna promesa electoral o anuncio de bajada de impuestos, el político se esconde, pero un prelado jamás puede permitirse ese lujo. Esconderse tras los portavoces o encargados de prensa para apuntalar un equívoco con aquello de “lean el contexto”, es de una mediocridad tal que no es de extrañar que el común de la sociedad acabe por confundirlos con los políticos.

A quien más se le da más se le exigirá.

Reconozco que pertenezco a la sociedad secular, pero en ningún caso a la jacobina, y me gustaría creer que Dios nos ha dado a todos las mismas luces para saber lo que es correcto y lo que no lo es, al margen de nuestras personales vocaciones, religiosas o laicas. Y que Dios permite, incluso al más pequeño de los seres humanos, oculto quizá entre el anonimato de una vida sencilla pero honrada, responderle a un obispo, aunque este sea el de Roma, si a su humilde pero digno entender, este ha metido la pata. A la libertad del obispo quedará el reconocer que se ha equivocado o empecinarse en el error.

Podría alargarme, analizando algunas de las frases de monseñor, pero es un tema tan tremendo el de su última frase, que creo que he dicho lo suficiente para que se comprenda mi postura.

Gracias por sus apuntes

Dardo dijo...

En primer lugar, amigos ambos, celebro ver que su aristocracia del alma le impide descender a dar carpetazo a esta hermeneútica del escándalo con insultos que nada aportan a una visión racional.

Hilda y Cósimo. Yo he querido apuntar que existe una dogmática de la Modernidad que no está dispuesta a consentir juicios críticos, sean estos o no errados; que esa es otra cosa. Y que esta dogmática de lo políticamente correcto se revuelve furibunda cuando se atacan lo considerado como verdad incontrovertible.

Lo más controvertido de la entrevista es que no se acepta la crítica a la podríamos denominar cultura homosexual que abiertamente se propone como una vía más. Claramente advierte que no está por la represión; pero en modo alguno entiende su promoción. Es un matiz importante que se ha soslayado interesadamente.

Lo sexual es un componente de la educación. Se dice que como otros aspectos de la persona es importante su orientación (¿socialización?); sin perder un sentido crítico de lo que se nos propone (añado yo). Luego cada uno será libre a partir de datos y viviencias. ¿Es de verdad atávico proponer como modelo digamos que más consolidado en nuestra cultura (es decir, en nuestro modo de comprender y resolver los retos de la realidad) el patrón familiar (aún a sabiendas de que éste no es un patrón único)?. ¿Los experimentos con gaseosa?.
¿La deconstrucción en lo gastronómico tal vez sea un acierto; pero es igualmente válida en lo moral o en las costumbres?. No soy tan dogmático de pretender una respuesta concreta; pero vale la pena hacer un constante juicio crítico de esta nouvelle vague; y asímismo de su propia crítica. Lo que me maravilla es tanta rasgado de vestidura.

¿Un abusador de menores es forzosamente un enfermo?. Tenemos claro que es un delincuente. Lo tenemos claro en nuestro actual sistema de valores; afortunadamente. Pero en el mundo clásico (Grecia y Roma) no era mal visto. En la actualidad en Holanda se ha abierto el debate sobre la posibilidad de no penalizar sino propiciar, defender y legalizar la pederastia rebajando la edad hasta los 12 años y permitir la prostitución a apartir de los 16 años. ¿Son enfermos?. Enfermos del alma sin duda. Pero no son enfermos y aquí estamos por no permitir eso. Bien sabéis que Holanda el país lleno de diques para evitar las inundaciones del mar; los llamados Países Bajos; están empeñados desde hace tiempo en volar otros diques (en este caso morales) y así se han anegado con otras propuestas bien singulares.

Si se lee sin apasionamiento; bien se puede observar que no hay equiparación entre sodomía y pederastia. Lo que si propone es una pregunta crítica: ¿Por qué está extendida la conciencia de la segunda como una enfermedad y no así la primera?. Yo os traslado mi opinión. Ninguna es una enfermedad. Son resultado de nuestro sentir y de nuestro libre albedrío. Pero otra cosa es que demos por promocionables en lo social lo que supone a todas luces una pulsión de los instintos. Reprimible la primera y tolerable en la polis en todo caso la segunda.

Sí tengo que reconocer que el consentimiento a la edad de 13 años es una arcano muy discutible y muy criticable. Un adulto no lo puede dar por válido en estos asuntos precisamente. Pero en las sociedades tecnológicas del siglo XXI , llenas de formidables estímulos motivacionales, todos somos conscientes que la maduración intelectual (no así la moral; según creo) de nuestros infantes es más rápida que en el pasado. También es bueno ser conscientes de eso; sobretodo para ejercer de adulto y maduro.

Apreciada Hilda; yo sólo te he provocado intelectualmente. Lo que ya es un éxito para mi persona; y pienso seguir "excitando" tu celo; siempre con tu aquiescencia. Pues tendrás un ánimo menor; pero indudablemente eres grande.

Cósimo. No te puedo discutir lo del desafino. Es que la partitura que se interpreta en los parlamentos habituales es otra. Eso está claro. Y sobre la soberbia no puedo por menos que darte la razón. Este es un defecto (pecado) común. Pero el caso es que asistimos con frecuencia a tergiversaciones o a ninguneos. Pero estoy con lo que dices; hay que dar la cara; pero según en que sitios y contextos.

Cósimo. Es muy generoso y bondadoso de tu parte entender el libre examen y el juicio crítico como algo a lo que puede llegar todo el mundo. Permíteme algo de pesimismo sobre esto. No todos tenemos las mismas capacidades. Lo mismo que hay virtuosos del violín al lado de los que por mucho que estudien este instrumento jamás alcanzarán este grado; también hay virtuosos de digamos otras materias.

Esto último que he dicho es una herejía antidemocrática. No, no soy elitista; de verdad, no lo soy. Pero haber convertido en un absoluto la cultura de la democracia conlleva que cualquier majadero (aquí me incluyo el primero) puede ser un arbitrista. Hoy cualquiera sabe de medicina, derecho, etc. ¿Por que si no está en crisis el verdadero y útil concepto de "Auctoritas"?.

En el medio está la virtud. Gracias Hilda y Cósimo; ha sido un comentario muy; pero que muy agradable, "excitante" y "consentida" en un asunto en extremo espinoso.

Saludos amigos.

Cósimo dijo...

Coincidimos en lo esencial Dardo, somos personas civilizadas, y aunque tanto Hilda como ello no podemos aceptar ciertas requisitorias dogmáticas, está claro que eso no imppide que sigamos haciendo aportamos...además nos lo pasamos bien ¿a qué sí?.

Espero que le guste la canción del musical Victor o Victoria, es una de mis preferidas, y desde luego le recomiendo la película con Juli Andrews.